Después del viaje a Suiza (con niños)

Hace unos días, unos amigos de Nautilia estaban preparando una escapada a Suiza en un puente largo. Desde aquí, recogimos un poco los preparativos. Tras el viaje, he aquí un pequeño resumen.

¿En coche, en tren o en avión?
El medio de transporte elegido fue el avión, por el precio competitivo. Swiss, la aerolínea suiza, vende en este momento (mayo del 2008) billetes Barcelona-Ginebra (i/v) por 40 euros por persona. Desde Madrid es más caro. La compañía también vuela a Zúrich y a Basilea. El vuelo estrictamente dura 1 hora y 5 minutos, aunque los paseos por las pistas de los aeropuertos hacen que se alargue hasta la hora y media.

Otras opciones aéreas son easyJet, que vuela directo a Ginebra y Basilea, y Clickair, que une Zúrich y Barcelona (EasyJet es la única aerolínea de bajo coste que en el 2010 une Madrid y Barcelona con Suiza. Vueling tiene una ruta Santiago de Compostela-Zúrich)

El alojamiento
No cabe ninguna duda de que si el precio es un condicionante (especialmente si viajan cuatro personas) y si se elige Ginebra como base de la visita suiza, lo más conveniente de largo es dormir en Francia, que está justo al otro lado del aeropuerto, a diez minutos en coche o incluso, en una forma extrema de trekking bordeando el aeropuerto, a una hora a pie.

El pueblo de Ferney-Voltaire, que es el primero después de atravesar un túnel que pasa por debajo de las pistas del aeródromo, tiene una gran oferta de alojamientos, muchos de ellos aptos para familias (habitaciones para 2 adultos y hasta 2 niños que pueden dormir gratis con los padres).
Novotel y Citadines son las opciones más atractivas. Especialmente el primero, con habitaciones amplias, de reforma reciente, piscina y pistas de tenis. Ambas son opciones de 3 estrellas, a partir de 90 euros la habitación, pero hay otras a tener en cuenta, especialmente porque tienen tarifas más baratas. El hotel Campanile, un 2 estrellas, puede costar en fin de semana unos 60 euros la noche. Lo más barato es un Formule 1 que está junto al Novotel (pertenecen al mismo grupo), con habitaciones desde 35 euros. La oficina de turismo de Ferney tiene un listado completo de los alojamientos.

El problema de Ferney-Voltaire es la conexión con Ginebra. Si se tiene coche, propio o de alquiler, la conexión es rápida. Con transporte público, hay dos problemas: el horario y la distancia con la parada. El autobús F conecta el centro de Ginebra con el pueblo. Entre las 7.00 y las 18.00 h, hay de 2 a 4 autobuses por hora. Pero a partir de esa hora, sólo hay uno. Por otro lado, el autobús cubre todo el centro del pueblo. Pero tanto el Campanile como el Novotel están un poco descentrados. El primero está a unos 10-15 minutos del ayuntamiento, parada final del F, y el segundo a unos 20-25. El Novotel, hacia el otro lado, está a unos 20 minutos de Meyrin, un barrio dormitorio de Ginebra, bien servido por 4 líneas de autobús. Si se elige caminar, el pueblo no parece inseguro, aunque algunos tramos se hacen por carrereteras sin casas.
(Crítica completa del Citadines y de otro hotel en la ciudad de Chur en Nautilia.)

Desplazarse por el país
En el post sobre la preparación del viaje, se habló sobre los abonos turísticos para la red de trenes. Seguramente, insistimos, es la forma más 'suiza' de desplazarse. Pero si se opta por el alquiler de coches, no cabe duda de que lo mejor es alquilar el coche en el mismo aeropuerto. Allí tienen oficinas las empresas de alquiler más populares y los coches vienen con matrícula suiza y la viñeta para circular por la autopistas suizas.
En este ámbito, seguramente lo mejor en acudir a una empresa con la que ya se haya alquilado antes y se haya tenido una buena experiencia. En general, los precios son similares. Se suelen conseguir mejores precios reservando online.
A tener en cuenta cuando se circula en coche por Suiza:
-las autopistas se señalizan en verde y las carreteras en azul (en España, las indicaciones de autopista son azules; así, es fácil acabar en una nacional pensando que se está en una autopista).
-la gasolina, como dijimos, es más barata en Suiza que en Francia, por una cuestión de impuestos aplicados.

Qué ver
La ruta que realizaron los amigos de Nautilia fue la siguiente:

Día 1. Llegada y alquiler de coche. Desde Ferney es fácil llegar a Balexert, un centro comercial con amplia oferta para comer y una hora gratis de párking. Por la tarde, visita al centro de Ginebra: edificio de las Naciones Unidas (paseo de las banderas), la orilla del lago y el Jet d'Eau (géiser artificial), la zona comercial alrededor de la rue du Rhône, y el barrio antiguo de la ciudad (catedral de St Pierre, callejuelas, una refresco en una terraza de la plaza del Bourg du Four, descanso sobre el césped en la promenade des Bastions). Por la noche, cerca de la estación central de trenes hay muchos restaurantes en los que, tal vez, se pueda cenar una fondue.

Día 2. La idea era ir a Lausana y Gruyeres. Se sigue la orilla del lago Leman hasta Lausana ya sea en tren o en coche. La visita de la parte antigua de la ciudad, en especial de la catedral, no lleva demasiado tiempo. Antes de dejar la ciudad, visita al supermercado para comprar comida. Después, visita de Gruyeres, ciudad histórica entre Lausana y Friburgo. Allí hicieron un pícnic. Los niños pueden pasarlo bien en el castillo medieval y el museo Giger, el autor de la figura de Alien y de un imaginario de ese tipo; junto al museo hay un bar Giger (hay otro en Chur, la ciudad natal de Giger). De vuelta, aún con luz --si es verano--, se puede hacer una visita panorámica de Montreux, el castillo de Chillon y los viñedos de la región de Lavaux. Pero esto último quizá dé para otra excursión.

Día 3. Salida pronto hacia Berna (1 h 30 min en coche o en tren). Visita por la mañana del centro histórico, en especial del foso de los osos (¡perezosos!), la calle central, el reloj con figuras móviles (que salen ¡4 minutos antes de la hora en punto!) y la estatua del ogro comeniños. La siguiente etapa es Interlaken y el valle del Jungfrau. Aunque el tren del Jungfrau es una magnífica excursión, consume mucho tiempo. Una visita sencilla y más asequible es Mürren, un pueblo a unos 1.800 metros, sobre una terraza enfrente del macizo del Jungfrau. Se llega con un teleférico y un trenecito. De vuelta a Ginebra, se puede parar en Interlaken para hacer algunas compras, ya que es uno de los pocos lugares de Suiza en el que muchas tiendas abren los días festivos.

Dos apuntes finales
Suiza es un país muy activo. Está lleno de senderos y pistas para bicicletas. Se puede practicar nordic walking, bicicleta de montaña, trekking sencillo... Mucha parte de la población aprovecha el buen tiempo y la excelente red de tren y autobús para entrar en contacto con la naturaleza. Incluso los menos atrevidos tienen opciones: casi todos los lagos tienen carriles bici y senderos que los rodean y que son llanos. En unas 80 estaciones de tren se pueden alquilar bicicletas, que también se pueden devolver en otra estación. Además, algunos ayuntamientos también ofrecen alquileres gratuitos.
Unas notas para el viajando con wifi gratis. El ayuntamiento de Ginebra tiene un proyecto muncipal por el que ofrece conexión gratuita en muchos puntos de la ciudad: Nautilia fue capaz de enviar un email desde un banco suizo (de sentarse) a la orilla del lago. O si no, todos los McDonalds suizos ofrecen media hora gratuita diaria a cualquiera (no hace falta consumir nada, la red se puede captar desde la puerta). Y si no, en freespot.ch hay un listado de puntos de acceso libre por toda Suiza. Un magnífico ejemplo.

Este post es la segunda parte de otro anterior.
(Revisado en junio del 2010)

1 comentario :

  1. Hola, yo duermo en el hotel Formule 1 en Ferney-Voltaire. Es posible ir del hotel al aeropuerto a pie?
    Gracias

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