Parque España >> Lugares de poder

En un lugar de Japón, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que había un parque de atracciones de los de Quijote como mascotas, plazas gaudinianas, japonesas flacas vestidas de sevillanas y atracciones corredoras.
Una comida rápida más de paella que sushi, fast-food los más de los días, fiesta de las sevillanas los sábados, estatuas de Colón los viernes y no demasiada gente de añadidura los domingos, consumían tres partes de su tiempo en la montaña rusa de Montserrat. El resto de él lo concluían en el tiovivo del Park Güell, en la tienda de souvenirs dalinianos para las fiestas, en el castillo valenciano, en la plaza Mayor o en la Boqueria. Tenía en su casa un grupo de animadores españoles que no pasaban de los 40 y unos japoneses acompañantes que superaban los veinte, y ese grupo de animadores se pasaban el día bailando sevillanas y diciendo "hola, hola".

Frisaba la edad de este parque de atracciones con los quince años. Era de complexión media, escaso de público, amable de rostro, de alto precio y amigo de España. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Parque España. Pero esto importa poco a nuestro cuento: basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad.

Es, pues, de saber que este sobredicho parque, al que se acudía los ratos que se estaba ocioso, se daba a copiar tópicos españoles, con tanta afición y gusto, que olvidas casi de todo punto que estás en Japón y aun en la península de Izu; y llega a tanto su curiosidad, que es un lugar atractivo por lo raro y lleno de poder. Y así, llegados allí, no sin dificultades, ningún lugar de país nipón parece más fascinante para el viajero como este que compone Parque España, porque la extrañeza de sus copias y aquellos entricados espectáculos musicales suyos pueden parecer atractivos. Y más cuando llegas a ver estatuas de Cibeles, escaleras con dragones gaudinianos transmutados en figuras de Dalí, farolas paseograciencas, montañas rusas con el nombre de Montserrat y otros desafíos. En muchas partes parecía poderse pensar: «La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura».

Con estas razones pierde el pobre visitante el juicio, y desvelase por entenderlas y desentrañarles el sentido, que no se lo sacara ni las entendiera el mesmo Instituto Cervantes, si subvencionara tal delegación cultural hispánica. Pero, con todo, el viajero alaba en sus creadores esa sensación de inacabable aventura, y muchas veces le vienen deseos de de subir a las atracciones, rodear un Montserrat de cartón-piedra, hacerse fotos con Don Quijote y Sancho Panza o descubrir dónde apunta Colón.

Tuvo el parque muchas veces competencia con otros que intentaban imitar a Holanda o a Italia, también en Japón. Si alguno se le puede comparar es el holandés, porque tiene acomodada condición. Pero sin duda, ninguno tiene más poder que Parque España. Vale.

Parque España es un parque de atracciones inspirado en España que está en Japón, a dos horas al sur de Nagoya (mapa). En la página web, que está sólo en japonés, se puede descargar un pdf fascinante en inglés con la descripción de las atracciones y el mapa. Se puede llegar desde Nagoya combinando tren (hasta Ugata, en la compañía privada Kintetsu) y autobús (parada 5 al salir de la estación). Pases para un uso ilimitado de las atracciones: 4.800 yenes (1 día, adulto, precio de finales del 2007).

Nautilia ha estado en Japón y dedica algunos artículos a este país. En el especial: cultura, alojamiento, transporte, preparar el viaje, mapas, guías, aprender japonés, Japón de la A a la Z y Parque España.

Fotografías, desde arriba: calle típica andaluza con japonesas vestidas de sevillanas; estatua de Colón señalando a Tokio (sic), plaza de la Cibeles, con el mercado de la Boqueria y animadores bailando sevillanas; montaña rusa Gran Montserrat desde las alturas; una de las carrozas del desfile musical, llamada 'España'; una propuesta de si Dalí o Miró hubiesen hecho el Park Güell, en vez del dragón; el grupo de animadores españoles del parque con el autor de este blog.

7 comentarios :

  1. ¿Y ese pueblo español de Barcelona, no es acaso también un modo similar de "viajar raro"?

    Porque un Parque España en Japón... bueno, pues mira... pero el pueblo español en Barcelona... No sé, siempre lo he encontrado un lugar muy freak.

    En cualquier caso, supongo que debe ser un buen sitio para irse a trabajar al Japón, ¿no?

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  2. Què et sembla, David? El que et vas perdre!

    Dani, estoy de acuerdo. También podríamos añadir los Catalunyas en miniatura y los mundos en miniatura, que hay muchos por ahí... Viajando pequeño...

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  3. ¿Porqué cuando comentas justamente mi comentario aludes a lo del "viajando pequeño"? ¿Es acaso un sutil modo de recordarme tu mayor estatura? ¿No fue suficiente con el discriminatorio post "Viajeros altos" ( http://www.nautiliaonline.com/2008/05/viajeros-altos.html )?

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  4. Dani, no iba con mala intención ni creo que mi subconsciente me traicionara... Mis disculpas. Además, no creo que seas tan bajo...

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  5. Vaya, vaya... ahora te muestras magnánimo y condescendiente... :)claro, no hay nada cómo ver el título del post "lugares de poder"... :)

    Pues nada... pelillos a la mar...

    Nota: ¿Pelillos?... ¿Acaso se me burla alguien -yo mismo- de una posible e incipiente calvície? :)

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  6. Que mono que estas con las japos

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