Cosas que tal vez no hay que llevar cuando se va de viaje (Actualización)

Cuentan que la reina Isabel II, cuando va de viaje, antes la perspectiva de que le puedan hacer comer cosas raras, se lleva de casa "botellas de agua mineral Malverne (para evitar que su cuerpo se parasite), salchichas de Harrods, confituras Tiptree, pastas de manteca escocesa, té de Fortnum & Mason, azúcar Barley y, por supuesto, su tetera y su jarra. Y, entre las maletas, su almohada de plumas y una bolsa, custodiada siempre por su doncella, con un contenido muy especial: un asiento, en forma de rosco, sobre el que la Soberana coloca sus reales posaderas [cuando va al lavabo]. [...] Además, lleva "un truseau completo de luto, por lo que pueda suceder". (Lo explica Jaime Peñafiel en 'El Mundo').

Con mucha probabilidad, esto es excesivo e imposible de llevar para una persona normal. Isabel II no debe de tener problemas para pasar los controles fronterizos. Pero casi todas las demás personas de este mundo, sí. Y esto provoca situaciones muy curiosas, en las que se ve cómo la gente se empeña en cruzar fronteras con cosas muy extrañas, casi tanto como las salchichas de Harrods. Lo mejor de algunas de estas historias es el misterio que las envuelve, que permite imaginar auténticas historias de gente viajando raro.

Mucho dinero
Hace sólo unos días, el 3 de junio del 2009, en la frontera italosuiza, el control de Chiasso, Suiza, ha detenido a dos japoneses que llevaban una maleta con 130.000 millones de dólares (sí, la cifra es correcta: "130 milliards de dollars", unos 96.000 millones de euros; la noticia es de 'Le Monde'; también está en el servicio de prensa de la Guardia di Finanze italiana y en 'Der Spiegel'). No era dinero en efectivo, sino obligaciones y otros títulos convertibles, que ocupan menos y tienen el mismo valor. Evidentemente, cruzaban la frontera por el lado "nada que declarar". Las dudas ahora mismo se centran en si son auténticos los documentos, además de saber quienes eran estos señores, si trabajaban para alguien, de dónde vienen las obligaciones... Muchas personas creen que serán falsos (en el momento de escribir esta entrada, el tema aún no se había resuelto), pero si no lo fueran, para ver la dimensión del tema, informa Bloomberg, la pareja japonesa sería "el cuarto acreedor mundial de los EEUU, por delante del Reino Unido, que [sólo] tiene 128.000 millones de dólares de deuda estadounidense, y justo detrás de Rusia, con 138.000 millones."
Actualizado 28-6-2009: Según Reuters, el Tesoro de EEUU cree que los bonos son falsos, aunque, según parece, ha hecho las declaraciones sobre las fotos del caso y no tras un examen de los bonos. El 'Financial Times' recoge la misma información, y añade que quizá sea una falsificación hecha por la mafia. Además, la Wikipedia tiene ya una entrada sobre el tema.

Animalitos
Esta es sólo una de la cosas raras que ha llevado la gente cuando viaja. En los últimos tiempos han pasado otras cosas extrañas. Una de las que tuvo más repercusión fue la del hombre detenido en Australia cuando venía de Dubái porque llevaba dos palomas vivas en unas mallas que llevaba puestas (en la CNN). Además, este señor llevaba en el equipaje dos huevos, una berenjena (por favor, recuerden que siempre hay que declarar las berenjenas que llevemos por el mundo) y unas semillas.

Juguetes traviesos
Hace unos años, en el 2004, el diario USA Today, bajo el título "Malas vibraciones", recogió la historia de una mujer de 38 años que había denunciado a Delta Airlines porque le exigieron que abriera un bulto que emitía un zumbido, desempaquetara un "sex toy" (vibrador) que había y le quitara las pilas, mientras que los otros pasajeros de la cola y el empleado le iban haciendo comentarios de desaprobación.

Muchos líquidos
Además de zumbidos, los controles de seguridad de los aeropuertos han de estar preparados para detectar líquidos. Y eso es lo que le detectaron a un hombre de 64 años en el aeropuerto de Nüremberg, una botella de un litro de vodka en su bolsa, explica el 'San Francisco Chronicle'. En el control le dijeron que si no la facturaba, la tendría que tirar. Pero el hombre, ni corto ni perezoso, optó por una tercera vía: la abrió y se la bebió de un trago. Así pudo continuar el viaje, aunque a un destino no previsto: la enfermería del aeropuerto, por intoxicación etílica.

Visto lo visto, seguramente haya oportunidad de una segunda parte de esta entrada.

Foto de Isabel II de la Nasa vía Wikipedia

4 comentarios :

  1. Es una pena que no perdieran la maleta esos dos japoneses... Entendo (aunque puedo equivocarme) que dichas obligaciones eran falsas...

    Eso sí, lo de las posaderas reales... impresionante...Además, ¿es adaptable a toda clase de heterogéneos modelos?

    Por último, si la reina de España llevara idéntica carga, en un vuelo de Ryanair como el que hizo pagaría una passssta en materia de equipaje..

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  2. La gente es más feliz de lo que pensamos y pasa toda clase de cosas por la frontera. En el despacho tuvimos un cliente que intentó pasar con un maletón de dinero, y no había modo de hacerle entender que no se puede pasar más de una cantidad de dinero. El hombre nada más repetía que el dinero era suyo y punto.
    Y sobre el asiento WC real...tengo entendido que es de cabritilla, y que lo lleva para no sentir el frío en sus reales nalgas. Parece que le corta las oraciones. Y dejo de escribir porque este comentario se está volviendo escatológico.

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  3. Montse, los japoneses han resuelto muy bien el tema del frío nalguero poniendo calefacción ahí donde nos posamos.

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