10 cosas a tener en cuenta si viaja a Noruega

1. Aprenda al menos una palabra en noruego: "takk" (gracias)

Todo el mundo habla inglés. Literalmente. Pero los noruegos muestran agradecimiento si se tiene la cortesía de dar al menos las gracias en su lengua. No dude en decir "takk" todo el rato.
Extra bonus: aunque no se escribe igual, la pronunciación /tak/ sirve para dar las gracias también en Suecia ("tack") y en Dinamarca ("tak"). Las tres lenguas pertenecen a la misma familia (no así el finés) y comparten bastantes palabras. Se parecen especialmente el noruego y el danés. Además, los tres países tienen una larga tradición de uniones y separaciones, más bélica entre Suecia y Dinamarca, más sometida Noruega, que es independiente solo desde 1905.
Asimismo, piense que usted ya sabe al menos tres palabras en noruego: "esquí (ski)", "eslalon" y "fiordo (fjord)". Y si nos remontamos más atrás, los vikingos también le han dado algunas vocablos, como "quilla" o "estribor", relacionado con su vida de navegantes. Los sami, un pueblo nómada del norte del país --vea más abajo--, también han dado una voz popular: "tundra".
Y no, la palabra "salmón" no viene del noruego, sino del latín. Allí se llama "laks".
Si quiere aprender más palabras útiles en noruego, Visit Norway tiene una lista con su traducción al castellano.

2. Prevea que va al país más caro de Europa y, quizá, del mundo.

Tanto el sencillo índice Nautilia como el más elaborado índice Big-Mac de The Economist lo dicen: Noruega es el país más caro del mundo. No somos economistas y no podemos explicar bien el porqué, pero por lo que hemos ido viendo, estos precios tan altos están relacionados con factores como estos:
  • Noruega ingresa muchísmo dinero por la venta de gas y petróleo, riqueza que de alguna manera provoca inflación y subida de salarios. (Aunque también sirve para que el país pague toda su deuda externa, cree un fondo de pensiones para las generaciones futuras que posee el 1% de todas las acciones del mundo e invierta mucho en infraestructuras.)
  • La población no es muy grande (5 millones en todo el país), y los empresarios tienen que competir por los trabajadores, cuya formación es alta, lo que también provoca que se ofrezcan sueldos altos y fomenta las subidas de precios. Un camarero puede cobrar unos 3.000 euros al mes.
  • Los impuestos son muy altos. El tipo general del IVA, por ejemplo, es del 25%. A cambio, también es muy alto el nivel del estado de bienestar. Se dedica también mucho dinero a subvenciones, en especial a la agricultura, lo que hace que sus productos sean caros.
Algo especialmente caro es el alcohol. Una cerveza en un bar cuesta unos 6-8 euros. Y las bebidas de mayor graduación solo se venden en tiendas del estado (Vinmonopolet)
En contraste, el alojamiento, sin ser barato, no es tan caro en proporción como otras cosas, especialmente en julio y agosto. Nautilia vio buenas tarifas en los hoteles de la cadena Thon, aunque solo reservando directamente en su web.
De la misma manera, si ha de comprar billetes de transporte, intente hacerlo online. Solo allí encontrará los "minipris".
Nota final: A principios del siglo XX, Noruega era, a la par con Portugal, el país más pobre de Europa.

3. Piense en comprar en tiendas tax-free

Noruega no pertenece a la Unión Europea y eso permite que los visitantes no noruegos puedan descontarse una parte del IVA de sus compras, que es en general del 25%. Para conseguirlo, hay que hacer una compra mínima de 38 euros en una misma tienda (315 NOK), que esa tienda esté adherida a los programas tax-free y que se avise antes de pagar, ya que el ticket que se emite es especial.
En puertos y aeropuertos hay mostradores en los que se entregan esos tickets. Y al cabo de unos días, el gestor del tax-free ingresa en nuestra tarjeta de crédito el reembolso de una parte del aquel IVA. (No se reembolsa todo, solo una parte en función del producto.)

4. Lleve calzado con buenas suelas, abrigo y protección contra la lluvia.

Si es un amante de la naturaleza, Noruega es uno de los lugares más espectaculares del mundo que puede visitar. Es un no parar de paisajes espectaculares, que se disfrutan en tren, en autobús, en barco, en ferry, en bicicleta, esquiando o caminando. Las posibilidades de excursiones son inmensas. Una de las más frecuentes es la del Preikestolen.
Pero Noruega es un país que está muy al norte, es muy abrupto --casi la mitad de la superficie del país está ocupada por montañas-- y vive muy volcado al mar --tiene 21.000 km de costa--. Y aunque la corriente del Golfo (flujo de agua del Atlántico norte que lleva aguas cálidas del golfo de México al norte) hace que las temperaturas no sean extremadamente bajas, en especial en la costa, hace fresco y llueve bastante. Téngalo en cuenta al hacer la maleta.
Dicho esto, en julio y agosto las temperaturas son similares a, por ejemplo, Barcelona, y la gente va a la playa. Pero si lo que quiere es esquiar en verano (alpino y de fondo), uno de los mejores sitios es Stryn.

5. La forma más cómoda de montar un viaje a Noruega es con 'Norway in a nutshell'

'Norway in a nutshell' es un programa que ayuda a reservar circuitos por el país. Hemos de elegir una ruta entre las diez que tienen, el punto de salida --normalmente Oslo o Bergen--, dónde y cuánto queremos parar y ellos se encargan de todas las reservas del transporte, que incluyen trenes, barcos y autocares. Si queremos, también se puede reservar el hotel a través de ellos, pero puede salir un poco más barato hacerlo por nuestra cuenta.
Los circuitos van desde tours de un día hasta rutas de varias jornadas hacia el norte del país. 
La reserva y el pago se realiza por internet. Al cabo de unos días, recibiremos por correo electrónico el itinerario y un código. Y al llegar a Noruega, tendremos que acudir a una oficina de los ferrocarriles noruegos o a una de turismo, mostrar el código de reserva y nos entregarán todos los tickets. Práctico y sencillo: nos ahorrará tener que pasar mucho rato buscando horarios y haciendo reservas.
Eso sí, no es una ruta con guía. Está pensado para personas que van por su cuenta. ¡Una vez que recibimos los billetes, estamos solos!
La ruta más básica se puede hacer en un día desde Bergen (tren de Flam, crucero por el Nærøyfjorden y vuelta). Una de las más populares es la de Oslo-tren de Flam (Flamsbana)-Nærøyfjorden-Voss-Bergen-Stavanger y vuelta a Oslo en tren nocturno.


6. Sol de medianoche y aurora boreal

Foto: Visit Norway
La principal atracción turística de Noruega son los fiordos, pero la naturaleza ofrece otros elementos cromáticamente llamativos. Cuanto más al norte vaya, por encima del círculo polar ártico, mejores opciones tendrá de ver las auroras boreales. La ciudad de Tromso puede ser un buen lugar.
Y para ir al norte, nada mejor que tomar el Hurtigruten, un barco de línea con 34 paradas entre Bergen y Kirkenes que se ha convertido en un atracción turística.

Las auroras boreales son el efecto del contacto entre partículas arrastradas por vientos solares y la atmósfera terrestre. La reacción del choque es una serie de ondas azules, amarillas, verdes... que iluminan el cielo y que se ven mejor por la noche y en invierno y primavera. Se producen tan al norte porque la atmósfera cerca de los polos es un poco más débil y las partículas pueden penetrar en ella. En el resto de la tierra, rebotan sin más.
Si viaja en verano, lo que verá mejor es el sol de medianoche. El sol no cae en todo el día por debajo del horizonte y en las horas de lo que sería la noche todo adquiere unos tintes brillantes y rojizos. La mejor época para verlo es entre mayo y julio.

7. Los vikingos no llevaban cascos con cuernos

El pasado vikingo está muy presente en Noruega, pero algunas imágenes que tenemos de ellos no son muy históricas... Por ejemplo, el tema de los cascos con cuernos, que es una iconografía que se genera durante el Romanticismo, en el siglo XIX.
Si quiere ver cascos vikingos sin cuernos y otros restos arqueológicos de su cultura, el mejor lugar es el Museo de los Barcos Vikingos de Oslo. Allí se exponen tres navíos que se encontraron enterrados en sendas tumbas. Porque los vikingos ilustres, ya que se ponían, se enterraban con sus naves, por si las necesitaban para navegar en el más allá.
Los barcos del museo son de alrededor del año 1000, más o menos al final de la época de esplendor vikingo, que empezó hacia el año 800.
Sin detallar mucho, había dos grandes grupos de vikingos, los de las actuales Dinamarca y Noruega, que se fijaron más en el oeste (llegaron progresivamente a Islandia, a Groenlandia y hacia el año 1000 a Terranova, en el actual Canadá; también se establecieron en Inglaterra y Normandía), y los de la actual Suecia, cuyos ataques hacia el este llegaron hasta Constantinopla (actual Estambul).
Y aunque ha quedado sobre todo su fama de violentos, eran buenos artesanos, grandes y rápidos navegantes y comerciantes que llegaron lejos, aunque lo hicieron gritando mucho.

8. Munch pintó cuatro cuadros de 'El grito'

Foto: iBiblio (vía Wikipedia)
Munch (pronunciado /munk/) es el pintor más famoso de Noruega y uno de los principales artistas del país junto al músico Edvard Grieg y al escritor Henrik Ibsen.
Hizo cuatro versiones de su cuadro más célebre, El grito. Dos están en el Museo Munch de Oslo, uno en la Galería Nacional también de Oslo y el cuarto, en manos de un coleccionista que pagó 120 millones de dólares (unos 96 millones de euros) en una subasta en el 2012.
Munch pintó El grito, considerado el primer cuadro impresionista, en una época tormentosa de su vida. Pero no toda su obra fue así. Si tiene la oportunidad de ir a Bergen, intente coincidir con una visita guiada de la colección Munch en el KODE Museum. Aunque este museo no tiene ningún grito, si tiene una completa selección de obras de todas las épocas y se ven muy bien los cambios de estilo según estaba la cabeza de Munch.
Sugerencia: si está en Oslo y tiene una cierta prisa, creemos que se puede saltar la visita al museo Munch si ya tiene previsto visitar la Galería Nacional. Esta galería, además de estar más céntrica, tiene también un buen puñado de obras del pintor, así como pinturas de otros autores que merecen la pena (paisajes de Dahl, pintor romántico del país, y algunas obras interesantes de las vanguardias del siglo XX).

Ahora mismo, la figura cultural más famosa de Noruega es Jo Nesbo, escritor y músico, cuyos libros sobre el inspector Harry Hole se venden como rosquillas. Es el representante más destacado del país en el movimiento de novela negra nórdica, junto a, por ejemplo, el sueco Stieg Larsson (Millennium).
Otros dos noruegos famosos: Roald Amundsen, el primero en llegar al polo Sur y al que Mecano no dedicó una canción, y Jostein Gaarder, autor del libro de divulgación filosófica El mundo de Sofía.

9. El pueblo sami vive en el norte de Noruega

A los sami se les considera, en general, el pueblo autóctono de Noruega, o al menos el grupo que lleva más tiempo instalado en Escandinavia, desde hace más de 10.000 años. Viven en el norte del país, en un territorio que también incluye el norte de Suecia, de Finlandia y una zona de Rusia. Son un pueblo nómada de ganaderos --especialmente de renos--, de pescadores y de agricultores, con una lengua, religión, tradición y costumbres diferentes del resto de los habitantes de más al sur, que son los que identificamos más como nórdicos. Han pasado tiempo discriminados y desplazados, pero desde hace unos años están consiguiendo más reconocimiento. En aquellos malos tiempos se les conocía como lapones, denominación ya en desuso. La ciudad de Karasjok es el centro de los samis noruegos. Allí tienen su parlamento y un museo sobre su cultura.
El artículo en inglés sobre los sami en la Wikipedia es completo. (Si puede, evite el escrito en español.)

10. Algunas sugerencias para ahorrar

  • El Oslo Pass es, sin duda, una de las mejores compras que puede hacer. Incluye la entrada a casi todos los museos de Oslo y el uso de los medios de transporte. En Bergen hay una tarjeta similar, pero aquí debería hacer números para ver si le sale a cuenta, porque quizá no tenga que usar el transporte y no hay tantos museos.
  • Vaya a supermercados como Kiwi, Rewe o Coop en vez a tiendas de conveniencia como 7-Eleven o Narvesen, que son bastante más caras.
  • Puede hacer un crucero 'low cost' por el fiordo de Oslo con los ferris de línea 92 y 93, que paran en algunas islas en las que se puede hacer picnic. El billete está incluido en el Oslo Pass, ya que forman parte de la red de transporte público de la ciudad.
  • Si realmente está muy mal de dinero y no puede pagar un hotel, en verano se puede dormir gratis en las isla de Langoyene, en el fiordo de Oslo. Un periodista del diario británico The Guardian lo probó y explica su experiencia.
  • Lleve un bote para agua, como el de los ciclistas, para no tener que comprar caras botellas de agua. En casi toda Noruega el agua del grifo no está tratada y es tal cual sale de las montañas. Es muy buena. Lo notará también en el pelo después de ducharse. 
  • Recuerde que los envases de las bebidas cuestan dinero. Es decir, que lo que paga por ejemplo por una coca-cola en un supermercado o tienda de conveniencia incluye una cantidad que corresponde al envase. Pero puede recuperar esa cantidad. Guarde los envases y vaya a un súper (cualquiera, no ha de ser donde lo compró), introdúzcalos en la máquina de reciclaje y obtendrá un ticket con el reembolso. El valor de dos envases puede equivaler al coste de una manzana.
  • Finalmente, copiamos un consejo de una guía de viaje "Si su tarifa de alojamiento incluye el desayuno [lo que es muy frecuente], coma hasta que haga innecesaria la comida del mediodía". 
  • Una buena guía para ver la parte más económica de Oslo es la que publica Use.it, una oficina de turismo para jóvenes. Aunque la última edición es del 2012, sigue siendo muy útil. Puede verla justo debajo.

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