Excursión a Preikestolen (el Púlpito, Pulpit Rock), una fiesta para los tobillos

Preikestolen, Pulpit Rock, Norway, Noruega
El Púlpito y el Lysefjorden
Una de las excursiones más populares que se hacen desde Stavanger, Noruega, (y quizá la gran razón para ir a esa ciudad si usted no es universitario o trabaja en una petroquímica) es la que lleva a una roca llamada el Púlpito, Preikestolen en noruego, Pulpit Rock en inglés, un mirador natural sobre el fiordo Lyse (Lysefjorden; Lyse significa "brillo, luz" en noruego).

Es una salida muy fácil de organizar por cuenta propia, pero no tanto de hacer. Dependerá esencialmente de sus tobillos. Pero por el camino verá como señores andaluces con mocasines, asiáticos con chanclas, niños que corren y familias con perros completan la excursión perfectamente. Así pues, no minusvalore su capacidad tobillera, seguramente es más alta de lo que cree.

Antes de empezar, una sugerencia: si está lloviendo, es mejor que desista. La mayoría del recorrido transcurre sobre rocas, algunas de las cuales ya resbalan naturalmente, y que mojadas son una fiórdica pista de patinaje.

La excursión paso a paso

Si se lanza a hacerla desde Stavanger, calcule al menos unas siete horas. Tomará un ferry y un autobús --una hora larga-- para llegar al punto de salida del sendero, en el que estará un par de horas. Lo mismo a la vuelta. Esto, más el tiempo que esté en el mirador y la espera del autobús a la vuelta, suman esas siete horas. Y no, no se suele tardar menos en el descenso. Buscar la mejor piedra para poner el pie a cada paso lleva tiempo.

Tenga una prevención sobre los horarios de los autobuses de vuelta. No empiece muy tarde. Además, suele haber un lapso de tiempo al mediodía en el que no hay conexiones.

En el 2014, el transporte de ida y vuelta cuesta 245 coronas noruegas (NOK), unos 30 euros. Lo más útil es adquirir un billete combinado en el mismo ferry. Aunque comprarlo todo por separado cuesta lo mismo.

Acuda a la terminal del ferry de Tau (vea el mapa a la derecha) y suba con confianza, sin preocuparse del billete. Durante el viaje vendrá a usted un revisor que se lo venderá. Puede pedirle el billete combinado u optar por pagar solo el ferry. Al llegar a Tau, unos autobuses ya esperan a los pasajeros. Si ha comprado el billete combinado en el ferry, irá con el bus de Tide. En los otros casos, usará el de la compañía Boreal. Y en menos de media hora estará en el campo base, a unos 300 metros de altura. Desde allí, está usted solo con sus piernas. ¡Arriba!

Si utiliza coche y su base es Stavanger, la ruta es la misma: cruzar con el ferry de Tau y llegar al campo base, llamado Preikestolenfjell, en el que se puede aparcar (de pago).

El trayecto a pie es de 4 kilómetros. En función de su estado físico, de lo forma que sienta ese día, de su habilidad sorteando piedras, del calzado y de sus articulaciones, tardará entre una hora y cuarto (jóvenes que van medio corriendo) y dos horas largas (señores con mocasines y familias con perros lentos). Excepto los primeros metros, casi todo el camino es sobre piedras. Algunos tramos pantanosos cuentan con unos puentecitos de madera. Pero verá escaleras de piedra, piedras amontonadas, mesetas de piedra... Si está siguiendo la dieta paleolítica, estará en un buen lugar.
El mapa de la parte inferior muestra la ruta que siguió Nautilia.

La primera mitad, hasta las lagunas, es más escarpada. De ahí al final es un poco más llevadero. Al final, llegará a la gran piedra, al llamado 'púlpito', una pequeña superficie más o menos plana, de unos 20 m x 20 m, que cuelga sobre el borde del fiordo. Unos 600 metros más abajo está el agua y, seguramente, un montón de cámaras y móviles.

Las vistas son de las que justifican el viaje y hacen olvidar el esfuerzo. La panorámica de 270º sobre el fiordo Lyse son magníficas. Descanse, contemple las vistas, recupere fuerzas y hacia abajo. Ya habrá visto cuánta gente le acompaña. Cientos y cientos de personas se cruzarán con usted, le adelantarán, usted les adelantará (¡esto da ánimos!). La Asociación de Trekking de Stavanger calcula que cada año unas 200.000 personas hacen el camino.

El campo base está a unos 270 metros de altura. Allí encontrará un quiosco de Den Norske Turistforening (Asociación de Trekking de Noruega, reconocible por una letra T roja), con bebidas, snacks y recuerdos, un lavabo junto al párking y un edificio nuevo de madera que es un hotel y que tiene un restaurante de precios noruegos. Si necesita ver urgentemente las noticias, subir una foto a Instagram o hacer, por ejemplo, un check-in en Foursquare, el hotel tiene wifi gratuito.

¿Qué hay que preparar? 

Bebida y, quizá, comida. El camino es exigente y puede sudar, en función de su predisposición a ello. Pero transpire o no, irá bien tener líquido al llegar a la cima para refrescarse. Hacer picnic en el Púlpito es una práctica frecuente. Pero eso dependerá del horario.
Sobre el calzado, lo mejor es ir con botas de montaña. Pero verá que más de la mitad de la gente no las lleva. Y mientras que los mocasines no parecen lo más apropiado, al final un calzado deportivo, mejor con una suela que agarre un poco, parece que es suficiente. Recuerde que el 80% del camino es sobre piedras.

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