¿Otro viaje a Zúrich? ¡Vaya al oeste!


Algunas ciudades parecen no agotarse nunca. Por mucho que las visitemos, siempre encontramos algo nuevo. Londres, París, Nueva York, Tokio... Y hay otras ciudades de tamaño medio cuyo atractivo turístico es menor. No necesariamente menos intenso, pero sí con menos elementos.

Zúrich, la ciudad más importante de Suiza, es un centro financiero y comercial de primer orden, con una calidad de vida muy alta. La pega viene de los precios, caros incluso viniendo de la zona euro.

Es una ciudad no muy grande, con mucho verde, espacios abiertos, servicios públicos de alto nivel (el transporte público, por ejemplo). En general, todo está bastante bien cuidado. Y está a dos pasos de zonas de montaña, de lagos...

Culturalmente no es la primera ciudad de Europa, pero se invierte mucho en ella. Buenos museos, aunque no top 10. También es una ciudad en la que el diseño está muy presente.

Muchas opciones para ir a comprar y para salir. Para mi, es un gran destino de shopping y gastronómico. Y es muy agradable pasear por la ciudad vieja o por la rivera del lago (y hacer picnic, por ejemplo).

Respecto a otros índices, hay poco paro, alrededor del 4%, y poca criminalidad. Y sobre el clima, pues no es un lugar el que se pasa mucho calor.

Sobre lo que hacer, pues pasaría las horas de luz paseando por la ciudad vieja, mirando y quizá comprando. Y cuando oscurezca, para salir por la noche, iría a Zurich West. Otro día quizá iría a algún museo y, en función de la época del año, caminar por la montaña, esquiar o bañarnos en el lago o en uno de los baños de las orillas. Con más días, se puede usar la ciudad como base para visitar los alrededores, como las cataratas del Rin, St Gallen...

Pero aunque sea una población pequeña --algo menos de 400.000 habitantes-- y su atracción turística tenga un límite, ahora hay algo nuevo que ver.

En Suiza hay una intención general de hacer las cosas bien. Por ejemplo, cuando se intenta regenerar un barrio. En este caso, Zurich-West. ¿Cómo lo han hecho? Atrayendo a familias jóvenes y a un pequeño comercio con un toque diferente.

La zona al oeste de la estación central (Hauptbahnhof) es un barrio humilde que da paso al área industrial de Zúrich. Aquí los alquileres no son los del centro, y tiendas que quizá no podrían permitirse estar en la Bahnhofstrasse se instalan ahí. En general, son locales que, de alguna manera, arriesgan un poco.

No es un lugar que justifique un viaje a Zúrich, pero es un buena zona para pasar unas horas y, tal vez, hacer unas compras. El proyecto estrella de la regeneración es Im Viadukt: las arcadas de un antiguo viaducto ferroviario han sido ocupadas por tiendas, restaurantes y un mercado.

Im Viadukt es un proyecto, en versión suiza (y también más moderno), similar al Viaduct des Arts de París. En ambos casos, se aprovechan los ojos de una antiguo paso elevado del tren, no especialmente céntrico, para alojar tiendas artísticas.

La opción zuriquesa ha intentado evitar tiendas de cadena, que podrían haber pagado más por los locales, pero que no habrían aportado nada especial y se hubiera parecido a un centro comercial. Se han preferido, como en París, tiendas que ofrezcan otros conceptos: productos artesanos, de diseño, con un toque especial, artístico a ser posible, y que sean siempre que se pueda 'made in Switzerland'.

Así, hay diseñadores de moda, de mobiliario, una pequeña editorial... Y un mercado, el Markthalle, que hace el papel de 'farmers market', en el que productores locales de la región de Zúrich pueden vender sus productos sin intermediarios.

Esta buena idea complementa a otra curiosidad que hay en la zona, la tienda de Freitag, que está a dos minutos del viaducto. Freitag es una empresa suiza especializada en hacer bolsos con lonas de plástico recicladas. Por ejemplo, las que cubren los remolques de los camiones. No hay dos bolsas iguales y tampoco querían que la tienda insignia de su ciudad natal fuera igual a ninguna otra. Por ello la construyeron con contenedores de mercancías. Y la instalaron lejos de las rutas comerciales. Pero esto no ha sido obstáculo para que haya sido un éxito. En lo alto de la construcción hay un mirador sobre Zúrich.

Así que en su próxima visita a Zúrich no dude en ir al oeste.

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