Por el mundo, a la hora

Al ir de viaje, es clave tener un reloj preciso. Si hay trenes que coger, transbordos que realizar, conexiones al aeropuerto, a la vez que cosas que ver o que hacer, no vale llegar ni un minuto tarde a la estación, porque puede ser que el tren ya haya salido. De la misma manera, también los trabajadores de los medios de transporte también han de tener relojes que no atrasen o adelanten, para que el funcionamiento de la red ser preciso. La mejor solución para todo esto son los relojes radiocontrolados.

Los relojes Casio son prácticos. Seguramente no tienen el 'glamour' de otras marcas, pero a cambio ofrecen un montón de funciones útiles (alarmas, cronómetros...). Ahora, además, hay una más, útil tanto para viajeros como para gente más despreocupada. Se trata de la tecnología Multi band 5.

Algunos relojes, como los de las estaciones meteorológicas domésticas, se suelen poner en hora mediante una señal de radio, que para Europa Occidental se emite desde un reloj atómico de Alemania. Pero existen señales similares, en otras frecuencias, emitidas desde el Reino Unido, Estados Unidos y Japón.

Los relojes Multi band 5 son capaces de captar la más cercana de estas señales. Sólo es necesario indicar en qué ciudad o zona horaria estamos y el reloj se ocupará cada noche de captar la señal y ponerse en hora. Incluso sabe cuándo se realiza el cambio de hora de invierno y de verano y también lo hace.

Las pruebas de Nautilia han sido favorables. Por ejemplo, cambió bien la hora japonesa al llegar a Europa y después también hizo automáticamente el cambio al horario de inverno. Además, algunos modelos son solares: no tienen pila que cambiar y se recargan con luz artificial. Toda una ventaja.

Un ejemplo de la aplicación de estas tecnologías de sincronización en el mundo del transporte es la noticia que publicó 'The Guardian' hace unos días. La compañía de trenes británica Northern Rail (post anterior sobre trenes en UK), con base en Liverpool, ha proporcionado a los 3.000 empleados unos relojes que se sincronizan continuamente con una señal de radio.

La razón es intentar por un lado que todos los relojes de los empleados y de la red de trenes marquen la misma hora siempre. Y por otro, que esa sincronización sirva para que los 2.500 servicios diarios sean realmente puntuales, porque un retraso de sólo unos minutos dentro de una red muy congestionada puede provocar un efecto dominó de retrasos, que con las horas tiende a ir a peor.

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